Qué podemos hacer, se pregunta mucha gente indignada por los crímenes y violaciones que vemos a diario. Las marchas, las mantas y los discursos están bien pero no construyen mucho; a lo más, arrancan alguna promesa de la autoridad. Peor aun, la gente se cansa después de tres marchas y se decepciona porque nada cambia.
Hay mucho que podemos hacer si queremos vivir en un país mejor. Si queremos que México comience a resolver sus problemas, podemos empezar a hacer algo más que criticar al gobierno y lamentarnos de que las cosas no funcionen bien. Los problemas de nuestro país no son sólo responsabilidad del gobierno, los tres poderes, sino de todos los que vivimos en este país: ciudadanos, medios de comunicación, cámaras empresariales, partidos políticos, sindicatos, activistas, intelectuales, periodistas, blogueros, tweeteros, etc.
Aquí y ahora, en México 2011, el ciudadano que se requiere no es el que se conforma con cumplir la ley. Cumplir la ley es lo mínimo que hacemos para evitar multas y problemas. Se requieren personas, físicas y morales, que hagan algo más que el mínimo. El país no saldrá adelante si esperamos que las soluciones vengan del gobierno y le gusten a todos. Hay que decirlo fuerte y claro: el gobierno solo no puede hacer todo lo que el país necesita; menos aun si, en nuestra pasividad, los mexicanos hacemos sólo el mínimo para evitar sanciones y nos dedicamos a repelar porque las cosas no son perfectas.
Se requieren ciudadanos activos; que hagan más de lo que hacen ahora; ciudadanos activos interesados en construir a partir de lo que hay, y no en destruir para abrirle camino a la utopía. No estoy pensando en los autodenominados 'activistas' cuya principal actividad consiste en oponerse a todo y en desafiar a la fuerza pública para luego denunciarla.
El ciudadano activo que propongo es aquel capaz de asociarse con otros para hacer de manera voluntaria un trabajo concreto en beneficio de su comunidad. Ejemplos: un comité de vecinos que se ocupa del aseo y de alumbrado de su calle o de su unidad habitacional; un grupo de padres que detecta e impide el acceso de los vendedores de drogas minoristas a la escuela de sus hijos; una red de vecinos para la autodefensa y para impedir los robos en su entorno.
La clave es organización y trabajo colectivo en beneficio de la comunidad. Esto incluye participar en boicots contra empresas abusivas; formación de colectivos para hacer compras a precios bajos o para favorecer a productores que no contaminan; organización de protestas vecinales contra antros ruidosos.
Las acciones colectivas que propongo no se limitan a una tarde de entusiasmo con los vecinos; requieren trabajo sostenido hasta lograr la meta propuesta.
Los medios de comunicación podrían reconocer, alentar y dar seguimiento a las acciones colectivas. Las redes sociales son un medio idóneo para la organización de acciones; los tweeteros y blogueros pueden ser los intermediarios de la comunicación colectiva que ayuda a sostener el ánimo. Las cámaras y las asociaciones empresariales podrían empezar a hacer algo más que defender sus intereses de grupo y usar su potencia para ayudar a las comunidades organizadas a lograr sus fines; una país más civilizado está en el mejor interés de los empresarios e inversionistas.
En México 2011, lo anterior puede sonar utópico, pero nada de lo propuesto es irrealizable ni requiere milagros ni líderes mesiánicos. Tampoco se hará de un día para otro, pero puede empezarse mañana. Si México ha de ser un estado viable a mediano plazo, empecemos a comportarnos como los ciudadanos del país que deseamos.
Este texto se publicó en: PueblaOnLine el 27 de Abril de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario