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sábado, 21 de mayo de 2016

Lecciones de Juan Rulfo para aprender a escribir

Releo 'El llano en llamas' con ánimo de descubrir sus secretos, su trama, sus costuras y sus trucos, para aprovecharlos y mejorar mi propia escritura. Si en algo coinciden quienes aconsejan a los principiantes en la escritura de ficción es en que para aprender a escribir se debe escribir y leer mucho. Leer, sobre todo, a los autores que nos gustan y tomarlos de modelo; copiarles pues.

¿Qué puede aprender de Juan Rulfo un autor de cuentos novato como yo? Ire poniendo aquí mis reflexiones para ayudar a mi memoria y a quien quiera leerlas.

La primera lección es que los cuentos de Rulfo difícilmente se ajustan a las definiciones o descripiciones de lo que es o debe ser un cuento.

"En un cuento hay un conflicto o problema que los protagonistas deben resolver." Eso no sucede en la mayoría de los cuentos de "El llano en llamas".

"Un cuento nos presenta a personas ordinarias en situaciones extraordinarias." Tampoco. Más bien Rulfo nos presenta personas ordinarias en sus situaciones ordinarias que a los lectores urbanos nos resultan sorprendentes.

 "Un cuento produce tensión creciente que al final se resuelve". Eso sí sucede en muchos, pero no en todos los cuentos de Rulfo.

Leo la edición de Editorial RM al cuidado de la Fundación Juan Rulfo impreso en Enero de 2016. ISBN 978-968-5208-58-1.

La contraportada nos informa de tres periodos en la escritura de los cuentos que integran "El llano en llamas"

Primer periodo, a partir de 1945 hasta no más de 1952.
-Nos han dado la tierra
-Macario
-Es que somos muy pobres
-La cuesta de las comadres
-Talpa
-El llano en llamas
-Diles que no me maten

Segundo periodo, 1952-1953
-El hombre
-En la madrugada
-Luvina
-La noche que lo dejaron solo
-Paso del norte
-Acuérdate
-No oyes ladrar a los perros
-Anacleto Morones

Tercer periodo, 1955
-La herencia de Matilde Arcangel
-El día del derrumbe.

Una característica digna de imitación en estos cuentos es difícil de ver en una lectura rápida porque 'la vista se resbala' sin darse cuenta. Se trata de la gran cantidad de analogías y comparaciones que hace Rulfo para mostrarnos cómo son las cosas. Casi en cualquier párrafo al azar encontramos una o más. Van algunos ejemplos:

-"...se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza."
-"... mirando para allá sin cansarse, como si el lugar este le sacudiera los pensamientos..."
-"...todo nuevo de nueva cuenta como un campo recién llovido."
-"...sus piernas redondas, duras y calientes como piedras al sol de mediodía,"
-"...un polvo blanco como tamo de maíz,.."
-"...igual que si fuéramos un hervidero de gusanos apelotonados."
-"... un olor agrio como de animal muerto."
-"... soltaba su ataque de hipo, que parecía como si se estuviera riendo y llorando a la vez,.."

Creo que los autores novatos podemos mejorar nuestra escritura copiando de Rulfo este tipo de comparaciones que enriquecen cualquier decripción, como si fuéramos sus alumnos.

Mucho del encanto de los cuentos viene de las cosas sorprendentes que hacen algunos personajes y que son narradas con toda naturalidad por ellos mismos, tales como:
-Hablarle a los animales
-Disculparse por matar con tanta prisa
-Dar explicaciones a quien se acaba de matar
-Llevar la gallina consigo para no dejarla sola
-Quitarse la camisa para que se vaya el susto.
-Dejar mamar al becerro y luego patearle la cabeza hasta matarlo

Un mérito narrativo que podemos tomar como modelo  consiste en que poco a poco, con esos detalles sorprendentes nos va revelando las creencias, los valores, las costumbres de los habitantes de la región ubicada entre Jalisco y Colima. Implica, desde luego, que el escritor que quiera copiar esa característica de Rulfo debe conocer bien a sus personajes.

Podemos analizar el contenido de un cuento cualquiera usando dos categorías cuyos límites no siempre son claros: 1) El escenario y 2) la acción de los personajes.

En el escenario se incluye no sólo el ambiente físico en el que sucede el relato sino también la historia de los personajes, sus deseos, sus creencias. En la acción se incluye lo que los personajes hacen y dicen, lo que les sucede, sus emociones, la anécdota que se narra, el conflicto que se resuelve.

Algunos de los cuentos de Rulfo, sobre todo los del primer periodo señalado arriba, están dedicados casi totalmente a la descripción del escenario. Las acciones o anécdotas son insignificantes, apenas un pretexto para la descripción. Es el caso de Nos han dado la tierra, Es que somos muy pobres, El llano en llamas, En la madrugada, Luvina.  Aquí está la lección más difícil de imitar: hacer que lo interesante de un cuento sea el escenario en el que casi no pasa nada nada.

En otros cuentos la acción o anécdota narrada es preponderante. Es el caso de La cuesta de las comadres, Diles que no me maten, Anacleto Morones, El día del derrumbe, La herencia de Matilde Arcangel.

¿Cómo genera Rulfo la tensión esencial para cualquier cuento sin la cuál el lector no pasaría del segundo párrafo? Desde la primera frase nos dice algo que nos intriga y nos hace preguntar qué pasa aquí. Ejemplos de inicios intrigantes:
-"Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra...se oye el ladrar de los perros" (Nos han dado la tierra)
-"Los difuntos Torricos siempre fueron buenos amigos míos." (La cuesta de las comadres)
-"¡Diles que no me maten, Justino!". (Diles que no me maten)

Cada uno de esos arranques genera preguntas en el lector. De entrada plantea una situación difícil. Luego, Rulfo mantiene el interés del lector dando poco a poco nueva información que nos genera nuevas preguntas. En 'Nos han dado la tierra' al avanzar en la lectura nos vamos enterando de que "Hay un pueblo. Se oye que ladran los perros..."; "Somos cuatro... hace rato éramos veintitantos pero...se han ido desperdigando"; "Antes andábamos a caballo y traíamos terciada la carabina"; "Por acá...lo matan a uno sin avisarle". Luego aparece la extraña gallina de Esteban.

La lección para el escritor novato es asegurarse de que la primera frase de su cuento intrigue al lector y luego ir añadiendo detalles, del escenario o de la acción, que sorprendan o que generen nuevas preguntas.

Hay otras lecciones que aprender de cada cuento en particular. Las iré poniendo como entradas independientes.

2 comentarios:

  1. Analizar cuentos de escritores encumbrados es una magnífica práctica para mejorar. Te felicito.

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